sábado, 23 de abril de 2011

Continuemos (Pero sin dramatizar, por favor)



Aquello que escribías -tan blanco, tan puro-
lo que sentiste de repente.
Aquello que pensaste, aquello que esperabas,
ahora está muerto.

Lo mató tu escepticismo y tu amabilidad.
tu intención de acabar siempre con una sonrisa.
Tu armadura, tu escudo, tu corona y
tus murallas, armadas en la sombra.

Aquello que cantaste al despertarte
lo que te negaste a ver por falta de fe.
Aquello que gritabas, aquello que te estremeció.
ahora se encuentra en tú camino,
y te aparta a su paso.

Te muestra sus respetos, queda en que mañana veremos, y se larga por el camino mas corto.
Que ya hay muchas tonterías que aguantar.
Cómo para preocuparse por nadie.



No hay comentarios:

Publicar un comentario