sábado, 30 de abril de 2011

Invierno.




Es agradable no escuchar tu voz de vez en cuando.
Ni tu risa contagiosa y ridícula.

Desconectar de tu planeta
y prestar un poco de atencion al mio.

Mirar alrededor de mi y
dejar que te pierdas en tu autocomplacencia.

Poder tener tiempo para perder.
Poder tener espacio para llenar.
Poder querer y dejar de contenerme.

Porque querida, si te gusta el invierno.
-y quieres seguir jugando a este juego-
Al final seremos Diciembre y Enero.

A veces.



He venido corriendo hasta casa,
pensando en un cuento,
en un poema o un relato
que escribirte.

Pero he llegado a la puerta,
me he quitado el abrigo,
he abierto el portátil,
y me he tumbado.

Y la cama estaba tan fría sin ti,
que he preferido recordarte
en vez de escribir lo que sueño.

Porque por mucho que escribiese,
no seria capaz de describir
porque te odio sin querer a veces.


lunes, 25 de abril de 2011

Rima facil.



Creo que tengo el reloj roto,
no entiendo su tic-tac,
sin duda algo le pasa
se para cuando no estás.

Seguro que tiene arreglo
seguro que volverás,
aunque temo que se adelante,
o que yo vaya por detrás.
-tuya-


domingo, 24 de abril de 2011

No esperaba...


No esperaba tus labios en mi pecho.
Ni esperaba que supieses tan bien.
No esperaba tu olor, ni tu sexo.
No esperaba que volvieras, no esperaba que te fueses así.

Tampoco esperaba lo que escondías.
Ni el talento innato para amarte a tí misma.
No esperaba tu egoismo, ni tu rechazo.
No esperaba que me dejases a medias, ni que fingieras lo que quieren ver.

Pero si esperaba el desafío.
Y tus mensajes a medias.
Esperaba que no me llamases, y pudiéramos olvidarlo.
Esperaba que te buscases de nuevo, esperaba tu indiferencia.

También esperaba tu simpleza.
Tus malas caras, tus malas artes.
Tu sinceridad intencionada.
Tus ganas de ser uno.
Y sobre todo, tus ganas a deshora.

Desde luego querida, había cosas que esperaba,
pero no que fueses un espejismo.


sábado, 23 de abril de 2011

Elia - Capítulo 1

Os dejo a Elia, es la primera vez que hago un audio cuento, y lo he grabado con la webcam, con el sonido en directo.
Espero que os guste y no seáis muy duros :)







Continuemos (Pero sin dramatizar, por favor)



Aquello que escribías -tan blanco, tan puro-
lo que sentiste de repente.
Aquello que pensaste, aquello que esperabas,
ahora está muerto.

Lo mató tu escepticismo y tu amabilidad.
tu intención de acabar siempre con una sonrisa.
Tu armadura, tu escudo, tu corona y
tus murallas, armadas en la sombra.

Aquello que cantaste al despertarte
lo que te negaste a ver por falta de fe.
Aquello que gritabas, aquello que te estremeció.
ahora se encuentra en tú camino,
y te aparta a su paso.

Te muestra sus respetos, queda en que mañana veremos, y se larga por el camino mas corto.
Que ya hay muchas tonterías que aguantar.
Cómo para preocuparse por nadie.



Elia, la historia de la chica en la playa.


Elia era única en el mundo.
Claro que también tenía sus peros.
Pero sin duda, era única.
Única en todo el universo.

Le encantaba la playa, aunque odiaba el agua.
Nunca se bañaba, aunque iba cada mañana.
Simplemente se sentaba,
y suspiraba.

Elia suspiraba por muchas cosas.
Por sus padres y por su familia.
Por sus amigos y sus problemas.
Por ella.

Soñaba muchos días con que entre suspiro y suspiro,
todas sus preocupaciones se iban con la brisa del mar.
Luego nunca pasaba nada.
Estaba acostumbrada.

A Elia le encantaba soñar despierta.

Elia nunca hacía caso a nadie.
Simplemente se ponía su vestido azul.
Sus sandalias de cuero.
Su bolso de flores negra,
y salía a pasear. Hasta dónde pudiese ese día.

Se movía cómo el jabón entre las manos.
Se deslizaba, levitaba.
Su pelo anaranjado y sus ojos azules,
brillaban por todo el paseo marítimo.
Era una pena que estuviese tan sola.

Aunque no necesitaba a nadie.
Estaba muy bien así, solo ella y el mar.
Él nunca le dio la espalda,
Siempre la escuchó y ahogó sus lágrimas.

Siempre se perdía entre el olor a salitre,
las rocas verdes de los acantilados
y el ruido de los pájaros al amanecer.
Era el único momento del día en el que se sentía tan única,
cómo para ser ella misma.

Continuará.



jueves, 21 de abril de 2011

Algo tiene esta casa.



Hoy venía andando hacia aquí.
Venía pensando en mis cosas.
Con ganas de ser productivo
con ganas de trabajar en mi futuro.

Venía escuchando California Dreaming
Tiene un no se qué, y un que se yo
que siempre que la escucho
acabo cantándola durante días.

Me he ajustado la chaqueta
he subido las escaleras
y me he tirado en el sofá
un descanso antes de currar.

De repente, me ha invadido la apatía
que, cómo una sombra, se ha tumbado encima mía
y me ha mirado a los ojos,
y me ha maniatado al sofá-.

No sé que tiene esta casa,
no sé que energía puebla por aquí
no sé que la habita, ni siquiera sé si estoy loco.
Pero no sé lo que pasa.

Que cuando llego me puede la desgana
el desaliento, la negativa a la superación
el desasosiego, y el descontento.
El conformarse con lo que - sin saberlo -
no tienen.

Las ganas de quedarse callado
y dejar de pensar, de adaptarse a la mayoría.
De ser cómo los demás.
y Yo no quiero ser cómo los demás.



Autoretrato I




Soy la persona que muchas veces odias.
El que cerró tus ojos para no verme.
El que persigue sus propios sueños.
Al que buscaste anoche, al que encontraste de día.

El que guarda todo lo que ama.
Nunca me gustará algo del todo.
Y querré firmar millones de historias.
O coleccionar anécdotas que contarte.

Puede que siempre llegue tarde a las cosas.
O que me gusten demasiado los días con lluvia.
Pero sé cuando algo me gusta.
Pero sé cuando algo me importa.

Cuando estoy enamorado, escribo canciones.
Cuando tengo rabia dentro, poesía.
Si quiero decir algo, escribo cuentos.
Y cuando nada funciona, grito.

Hasta que cambia todo.
Hasta que termina el mundo.
Hasta que no vale de nada hacerlo
Hasta el final de mí.

(y soy muy feliz.)

lunes, 18 de abril de 2011

Madrid es una chica.


Al Cesar lo que es del cesar.

Siempre pensé que Madrid era un señor mayor, uno de estos que miran en las obras de la M30, y toman una caña los domingos a las 12.00 con sus amigos, mientras juegan al Mus.
Pero casualidades de la vida, Laura ( http://thiswaytoparadise.blogspot.com ) me habló de su idea de Madrid cómo una chica, y me contó lo bien que olía a perfume cuando ella llegó a esta ciudad.
Hasta ese momento no me había pensado a parar en la posibilidad de que Madrid, fuese una mujer, es cómo Dios, ¿quién ha pensado sin que nadie se lo diga que Dios no es un hombre?.

Ayer paseando por la ciudad me dí cuenta de que tenía razón, de que Madrid es femenina, y es una de esas que cuando pasan al lado tuyo, te preguntas dónde estuvo siempre.
No es bueno que no explique el trasfondo antes de poner esto, por eso edito el relato. :)



Sin duda Madrid es una chica. Una chica con gafas de sol, y con las ideas claras.
Que cuando quiere decir no, dice no, y cuando dice si, mas vale que estés preparado.
Porque ella nunca espera a que tú te decidas. Hace las cosas para ella misma.
Huele a perfume, lleva tacones, siempre se viste con falda, y le encanta provocarte.

Porque le gusta jugar a dos bandas.
En una, te invita a gofres un domingo por la tarde, y te besa en los labios para quitarte el chocolate.
En la segunda, evita cogerte el teléfono y sale por las noches a buscar malentendidos.

Y puede que sus casas sean del mismo color que su cielo,
o que esté llena de putas, de yonkies y viejos verdes.
Pero si entras en ella, acabarás enamorándote.
Acabarás suplicando de rodillas que se despierte contigo.
Porque si de algo tiene fama Madrid, es de chica difícil.
Y esas son siempre de las que jamás te olvidas.


Él ya no necesita una canción de amor.



Cómo quién golpea una puerta de chapa, retumbaron sus palabras por todo el salón.
Hacía tiempo que todos se habían ido a dormir, pero de seguro se habrían quedado ensimismados en sus camas, escuchando cómo ella le arrancaba el corazón y lo mostraba orgullosa, cómo aquel que, enajenado por el afán de la falsa gloria, termina por rematar al gladiador.

Él, no tenía nada que perder, pero en ese momento no lo sabía.
La vía valiente la había agotado y la vía cobarde estaba en proyecto, así que , sabedor de que todo lo que pasaba no era más que lo que tenia que pasar, aguantó, o al menos decidió aguantar la penitencia.

Lo que nunca se imaginó fue que el castigo iba a venir mas tarde, cómo un relámpago que, después del ruido, instantes después, ataca y aterroriza.
Que había prórroga de este huracán inesperado.

¿Cómo no iba a esperar él el aplauso final?
Al fin y al cabo ella era una vagabunda, y él solo escribía canciones.



domingo, 17 de abril de 2011

Vino del norte.


Él vino del norte. Muerto de frio por dentro.
Había pasado las horas mas amargas solo,
y ahora el camino se dividía en dos.

No le asustaba decidir uno.
Tampoco le asustaba equivocarse.
Lo que le llenaba de terror, era dejar cualquiera de ellos por descubrir.

.....

Uno de ellos estaba lleno de ramas y de hojas secas.
Parecía peligroso, la luz entraba y se perdía en su camino.
Sin duda su elección era cuanto menos arriesgada.

El otro estaba a su lado, justo al cruzar el río.
Había una explanada verde interminable.
No había sendero, ni árboles, ni nada que adornase el incansable camino.

Con los hombros agotados dejó la mochila en el suelo.
La abrió y empezó a sacar todo lo que se empeñó en llevar al principio.
Había comentarios a los que nunca hizo caso, consejos de amigos que perdió,
un arsenal de futuros incompletos, el plano de la casa que juró que construiría cuando volviese
y un reloj que contaba las horas que llevaba de camino.

El no quería llevárselo quería marca su propio tiempo,
pero sus amigos se empeñaron en hacérselo llevar.
''Así sabría cuanto tiempo estuvo perdido, y sabría en que hora se encontró.''

Al fondo de la mochila había un mapa. Un viejo mapa. Un mapa lleno de garabatos.
Todos los caminos parecían liarse y enmarañarse cómo los cables de un teléfono.
Unos destinos conectaban con otros y cuando parecías encontrar la llegada,
de esa misma linea salían muchas más, uniéndose con las anteriores.

Los nombres parecían estar en un idioma antiguo,
o al menos en uno ya olvidado por los hombres.
No conseguía descifrar ninguno, excepto uno.
Un minúsculo punto, enmarcado con un círculo y una flecha,
en el que con letras grabadas rezaba ,''Tú''.

Ese punto marcaba el punto exacto en el que ahora se encontraba.
Estaba perdido en la entrada de ''Pensamiento'' y cualquier camino que tomase
iba a significa dejar de vivir la otra opción.

....

Apuró su cantimplora, cerró los ojos, y se sentó a meditar.
Cualquier camino exigiría tomar una decisión, y estaba demasiado cansado para eso.
Como dije, vino del norte, muerto de frío por dentro.
Necesitaba descansar y pensar en el camino recorrido.
No en empezar de nuevo su viaje.

sábado, 16 de abril de 2011

Reflexiones desde la almohada.


Renuncio a entenderte.
A ti y a tus juegos de manos.
Renuncio a la vida que me ofreces
a todo lo que me prometes, a tu orgía insana.
A tu sonrisa y a tu cuerpo.

Renuncio a tu brillantez.
A tu vanidad y a tu egolatría.
Renuncio a tus comentarios a desgana.
a tus despertares y a tus siguientes veces.
A tus necesidades viscerales.

Renuncio a tus días,
y a tus llamadas perdidas -nunca devueltas-
Renuncio a casi todo lo que tienes.
Aunque la verdad es que no puedo renunciar a nada.
Porque nada de esto me importa ahora.

El autobús N19



Me encantan los autobuses nocturnos,
me hacen ver que hay gente aún mas deprimente
mas aburrida y mas cansada que yo.

Siempre que vengo en el N19, me pregunto
hasta dónde puedo llegar, o quién puedo ser.
A veces me gustaría ser lo que todos esperan de mí.
Pero nunca lo seré.

El futuro muchas veces significa cambiar. y errar.
Cuanto mas pienso que estoy preparado,
menos lo estoy. Esperar y calcular. ¿Acertar?
Solamente es perder el tiempo. Este juego es distinto.

Supongo que siempre me gustó perder el tiempo y no reflexionar.
Por eso digo que me encantan los autobuses nocturnos.
Parezco mejor al lado de todas esas personas,
de las que muchas veces me acabo imaginando su vida.

Luego me bajo, bastante tengo con no equivocarme de parada.