viernes, 28 de diciembre de 2012

Debería estar prohibido.



Debería estar prohibido aparecer así,
sin anunciarte, con el mayor de los sigilos.
Irrumpir en la vida de alguien sin avisar,
poniendo patas arriba todo en lo que cree.

Debería estar prohibido tu secuestro,
el que haces con mis manos en tu sexo.
Cambiar los aires con tu viento fresco,
que huele a sal, que es un incendio.

Debería estar prohibido echar de menos,
y el color de tus labios y tu olor intenso.
Vaciar y dejarme exhausto con cada beso,
dejarme embriagado, sin aliento.

Deberían estar prohibidos tus ojos,
el brillo ocre y el mirar magnético.
Romperme y construirme entero,
entrar en mi vida desnudándome los complejos.

Deberían estar prohibidos los kilómetros,
los de palabra y los de anhelo.
Alargar los segundos en años bisiestos,
y así día tras día, maldecir al reloj,
a la noche y al tiempo.

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