Lo malo de las discusiones son los después,
el tener que dormir espalda contra espalda,
la rapidez de las respuestas y el avispero de preguntas,
el hasta cuando.
el hasta cuando.
Lo malo del después son los perdones,
los handicaps y los cafés con los amigos,
la necesidad de arrancar de nuevo y retroceder,
pero avanzando.
Apura esa copa y déjame besarte en los labios,
contágiame el azul y los recuerdos.
Los de tu vida y de tu gente,
aquellos que saben amargos,
aquellos que son dulces, imposibles
pasajeros.
Rompe a llorar pero vuelve,
creceremos juntos, lo prometo.
Rompe a gritar pero siente,
dime que han valido la pena todos los momentos.
Rómpete los nudillos, gritame imbécil ,
escúpeme y hablemos.
Yo seguiré confiando en nuestros juegos de niños,
sigo confiando en esto,
porque estoy seguro,
porque es lo que creo.