lunes, 26 de agosto de 2013

Noches de playa y libros.



"Juego con la arena y tú me preguntas por Pinksy,
la metamorfosis siempre es sobre vida y muerte.
Entre las olas, se dibujan serpentinas blancas y negras,
La luna crece allá, a lo lejos, donde habita el olvido
Y se pierde entre las Pléyades, en los cantos de sirena,
dónde sólo está Basho"

Elia se dibuja entre risas y proyectos futuros,
habla del pasado con nostalgia y sabe de su buena suerte.
Al fin y al cabo sabe que el aire que ahora tiene es limpio,
y que las charlas son buenas con ojos sinceros.
Hace frío y se pone la chaqueta que ha dejado en el suelo,
las carcajadas la calman pero no la arropan.

Cae la medianoche sobre el agua y sube la marea, 
"Mira cómo bailan los peces, están todos de la mano"
Elia cierra los ojos y los ve nítidos, cómo la luz de verano, 
sus palabras son dibujos y matices, acuarelas en su mente.

La vida los abraza y los insufla libertad, 
y con la piel desnuda y los tobillos cansados, 
hacen pequeño el mar bañándose en plata.

Dejando de existir por un momento,
soñándose con la vida despeinada.

Guardando los recuerdos para siempre.

viernes, 23 de agosto de 2013

These Streets



Suena "These Streets" en el equipo de música, mientras medito si Enero es un mes para viajar a Japón. Me invade una sensación de tranquilidad y paz impropia de estos días, será porque me he pasado cargando la tila o porque ya grito suficiente por dentro, cómo para hacerlo por fuera.

En la calle titilan las farolas con su naranja perpetuo y los perros de los vecinos aúllan porque están solos y tienen pena, ojalá me dejarán jugar con el más cachorro de los dos, pero no lo hacen.
Mi vecino es un imbécil de los que no hacen el amor con su mujer, si no los oiría, en esta casa si algo sobra es el silencio.

La terraza de en frente es grande y siempre está llena de sudamericanos, les gusta preparar ceviche y pollo los sábados por la noche, uno de ellos siempre trae una guitarra y acaban cantando tangos, me gustaría cantar con ellos, pero me da corte ponerme a gritar desde mi ventana.
Quizás un día ellos me escuchen y quieran que me una con el bajo.
Yo les diré que me gusta Piazzola y seguramente se rían porque cante sus canciones imitando su acento.

Me gusta tumbarme en el sofá y pensar como quiero pintar el salón, el problema es que su dueño pintó las paredes con gotelé y ahora todo lo que haga quedará puntiagudo, espero que en un momento de pasión futuro no acabe alguien herido en la espalda, sería difícil de explicar en el hospital de Sant Pau que queda a unos minutos de mi casa.

Termina el CD y le doy al replay, me gusta escuchar las canciones fijándome solo en un instrumento, a veces la emoción de los músicos se pierde en el bosque de manos del grupo de música, pero...
 ¿ Acaso no tienen derecho a tocarnos mirándonos a los ojos?
Tocar mirando a los ojos de alguien es lo mejor que puede pasarte.

Dan las 3:00 en el reloj y ya es sábado, me aterra irme a la cama, me sobra colchón y pensamientos, creo que voy a cambiarla por una de 90, al menos hasta que aprenda a compartirla otra vez.
¿ o quizás me espero Enero y me compro un futón en Tokio?


Elia es Verano.



Elia camina hasta el horizonte, sabe por sus viajes que "Los pasos del pie derecho, deben ir acompañados del pie izquierdo" y se siente bien, porque aunque este viaje fue impuesto, siente que su mochila de cuero se llena de historias mientras que su cantimplora se vacía.
[...]
Recuerda las tardes y el viento, la pintura azul y la risas, la incertidumbre y los viajes compartidos y se pone a llover. Sabe que los recuerdos no tienen tejados ni puertas y que las tormentas desordenan todo en su camino. Elia lee sus fotos con voz de radio y se imagina el futuro inmediato, quiere comprar ropa y sentirse guapa, quiere escribir canciones y conquistar Chicago, abrir regalos, correr desnuda,
sentir el viento.
[...]
Se juró que que cuidaría las plantas que aparecieron un día en su casa, pero se obsesionó con el miedo a regarlas demasiado y con que un día dejaran de llenar las paredes con su olor.
Ahora las plantas se han ido y las riega la lluvia, sabe que las cuida el tiempo, pero se pregunta porqué las dejó marchar y cerrar la puerta.
[...]
Elia tiene muchas preguntas y pocas respuestas.
Elia es joven y ambiciosa, morena porque nació morena,
y sencilla porque le gusta mirar de frente.
Lleva muchos años deseando emprender este viaje y lo soñaba compartido,
la soledad le pesa en sus sandalias marrones y en su creencia en las últimas oportunidades,
sabe que no es incompatible pero que es la distancia la que decide,
Elia se sienta en el lago, escribe una carta y sigue andando,
porque esperar sentada ya sabe que no sirve y que para crecer hay que dejar que pase el reloj,
y caminar dejando tus huellas descalzas, día tras día, paso tras paso,
sin olvidar de dónde vienes ni lo duro del a dónde vas.
[...]
El egoísmo sólo hace daño a las personas que mas quieres y Elia, no quiere volver a hacer daño, porque dañar a las personas que quieres,  significa que no vale para nada quererse.
El viento mueve su pelo, suspira y con los labios rojos del la brisa marina, infla unos globos de colores y sube, mas arriba de las nubes, hasta encontrarse con la infinita perspectiva, que hace los problemas mundanos, pequeños, tan pequeños cómo ella.


sábado, 17 de agosto de 2013

Epílogo extraño (Los días raros)





Me voy con la mochila vacía,
Pero con todos los cuadernos llenos.
De dibujos grandes, de mapas pequeños.
De nostalgia y temblores,
De risas y silencios.

Me voy a intentar vivir sin miedo,
A aprovechar mis aptitudes  y sus desiertos,
Allá dónde esté el mar, lejos, muy lejos,
Donde sólo hay versos y futuro incierto.

Que sea lo que tenga que ser,
y que el tiempo escriba el resto del texto.
¡Que vuelen las páginas sobre mi!
Parece que toca ser viento.




viernes, 16 de agosto de 2013

Autobús n5


Me equivoque al correr,
Quiero música a fuego lento.
Que nuestros pasos sean la luz del otro,
Construirnos sobré nuestros pies.

Me equivoque en herirme solo,
Quiero gritos de vida,
Que ningún miedo sea naufragio,
Que para ser planta, primero hay que ser semilla.


martes, 13 de agosto de 2013

Escribo con cenizas...



Escribo con cenizas y restos 
los recuerdos del presente imperfecto,
del que regresa sin ser llamado,
de aquel que vuelve de negro.

Excavo en las verdades,
y sólo encuentro agujeros,
llenos de agua y de sangre seca,
de muertos vivos, de sueños eternos.

Juego con el canto y el naufragio,
olvido que no son veinte si no ciento,
lloro sobre estrellas futuros,
pero sin mirar al cielo.

Vuelvo al lugar dispuesto,
a la casilla de salida, al sutil siniestro,
a encontrar medio verdades, medio mentiras,
a echar de menos,

a dar por supuesto.







domingo, 11 de agosto de 2013

Lluvia de estrellas.



Esta noche hay lluvia de estrellas, 
lluvia de deseos e intenciones,
Hoy no vale más que soñar con el futuro,
se apague o no apague la luna.

En la calle todo está en calma,
el azul y el negro se estrellan contra la playa,
Se de dónde vienen las gaviotas,
pero no hacia dónde van.

Las horas pasan cálidas y tengo frío,
siempre es domingo y en casa no espera nadie,
Tengo miedo a perderme alguna de tus estelas,
no vaya a ser que no se cumpla ninguno.

A la gente de Ramblas no parecía importarle,
hablaban en muchos idiomas y ninguno en el mío.
Ya amanece y sigo pensando en ella,
otro día silente confiando en mañana.