viernes, 19 de agosto de 2011

Escribiendo un guión tras otro



Aunque cerré la puerta a las nuevas historias,
los personajes principales me desbordan.
Me piden a gritos que los saque,
que les dé una frase o un trocito de guión que enganche.

Me dicen que no hay final sin último beso,
o al menos sin un continuará.
Sin escena final en el que el héroe sale victorioso,
arranca la cabeza del rival, y se lleva a la chica.

Yo les digo que todo eso son películas,
y que los verdaderos finales acaban y acaban,
o no acaban, pero no tienen fuegos artificiales,
ni festín de año nuevo ni nada de eso.

Pero siguen sin creerme,
sin saber muy bien entonces que hacen en mi cabeza.
"Por qué sigues pensando en nosotros,
por qué sigues llamándonos, si no hay banquete en tu historia."

Y la verdad es que pensaba en hacer una trilogía,
algo así como indie, pero con un final épico, autodestructivamente bello.
Con disparos a los fantasmas personales de los dos, y escenas subidas de tono.
Pero ultimamente mi mente solo piensa en radio creativa.
En historias que empiezan a las 22:00 y que acaban al llegar las 22:30,
(-y me excito haciéndolas y pensándolas-)

Y no digo que no las eche de menos,
o que no me apetezca que las contemos juntos,
pero no sé si quiero seguir escribiendo cuentos ,
que luego no sé ni cómo acaban,
ni cómo continúan.
y además, no se si debo.


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