domingo, 23 de octubre de 2011

Con vistas desde el cristal.


Quiero que sientas, lo que yo siento,

y no tengo ni la mas remota idea de cómo hacerlo.

Porque cada vez que lo intento, me arrancas el corazón

para tocar una canción triste.

Yo que me bebería cada gota de viento por ti.

Y apagaría guerras enteras,

que quiero escalar a la cima mas alta de tu orgullo.

No tengo ni la mas remota idea de cómo hacerlo.

Y eso que conté hasta 10,000 horas.

Para volver a encender el teléfono y buscar tu número.

Y robé 100 millones de flores para ponértelas en tu pelo, y así arrancarte 101 millones de sonrisas.

Todo se queda en nada.

Porque no era nada.


jueves, 20 de octubre de 2011

Kilometros de camino.




Hay muchas cosas de tí que desconozco.
Tantas como ilusiones tengo contigo.
Ver el sol una mañana.
Arrancar las miles de mariposas enganchadas en tu pelo.
Fundir cada abrazo en un si sincero.
Contar un cuento en voz baja.
Casi tenue, casi susurro, casi latido.
Gritarnos y volvernos a hablar.
Tener mas que palabras.
Tu cuerpo, que me pierde en las intenciones del suspiro.

La letra de la cancion escribía siempre lo mismo : "The long and winding road."
Y no esperaba menos.
Las victorias que se paladean suaves, son a menudo las mas bellas.
Las carentes de discursos airados
Las vacias de arengas armadas.
Una guerra a 600 kilómetros de distancia.
Demoleremos todos los muros de la Giralda con cada incendio.

Y aun así.

No esperaré nada mas que lo que venga.

martes, 18 de octubre de 2011

De noche, y con fiebre.



Me sabe la boca a silencio y a derrota,
porque las estrellas que alumbraban las carreteras mas largas,
se están apagando, y con ellas su chispa, y su magia.
Se oscurece la que marcaba mi canto del gallo y mi aullar de luna,
mis pensamientos y mis fantasías desnudas.
Y me parece tan tarde.
tan tarde.
tan tarde.
Que no sé si es buena idea seguir apostando,
agarrarme a un cometa suicida y acompañarte.

lunes, 17 de octubre de 2011

Fin del viaje.

Me quedo con la sensación de las pequeñas cosas.
Esa que te invade cuando menos lo esperas.
Que no entiende de distancias.
Ni de promesas.
Ni de futuros plausibles ni concretos.
Solo de fé, de fé en que las tendrás.
De querer, y llegar a poder, nada más.
Las preguntas que me hice, y las despedidas en las que pensé
se desintegran con una caricia, que demuestra mas que el mundo entero.
Un mundo del que vale cada una de sus palabras,
por honestas,
adorables,
atrevidas,
y sinceras
Quien soy yo para pensar en el mañana,
si tan siquiera te esperaba hoy
Quien soy para pensar en el será,
si es lo que me vale, cuando es para siempre.

Good Feeling


Spotify:


Cada palabra que suspiró por su boca, se deshizo gaseosa,
plana, como si el tiempo que, a pesar de los cambios en los dos, los hubiese marcado para nunca volverse a encontrar.
El destino, que había cruzado su mirada detrás de cada palabra de amor, de odio, de celos, de terribles circunstancias, de violentas ganas soñarse el uno al otro, los volvía a apuñalar con el lapiz con el que escribieron jamás en sus carnéts de identidad.
Encontrándose perdidos, y apunto de recibir la última estocada, pronunciaron un te quiero que duró tanto como el vacío que dejaron en la cama,en la que solo quedaron escombros y sombras de nada.
- Deberías saber que nunca olvidaré tu sonrisa riéndose de mi.
- Nunca me reí de tí, siempre quise sacarte tu buen humor, que lo tienes aunque no lo saques nada mas que en privado.
- Pero calla, que es un secreto.
- Tranquilo, ¿cuando no te he guardado la cara, imbecil?
De poco importaba la complicidad de los dos, y la química, y el talento, y las ganas. El silencio es lo que mas importaba, el que tenían que obligarse a tener entre los dos. Por miedo a lo que había ahí fuera debían poner punto y final.
- Cada vez que alguien me recuerde lo gilipollas que es rendirse antes de empezar, me acordaré de todos tus sermones.
Y supongo, te echaré de menos.
- Supones, como siempre supones, pero nunca des nada por supuesto.
- Ponte esto, ¿Te acuerdas de esta canción?
- Claro, es Violent Femmes, Good Feelings.
- No había mejor despedida.

martes, 4 de octubre de 2011

Rutina.

Se acostumbró tanto a dormir acompañado,
que cuando se marchó , 
se olvidó hasta de soñar despierto.